DOCTRINA – EL PURGATORIO
POSICION CLÁSICA PROTESTANTE.
Es difícil establecer una “posición clásica protestante” con respecto a este tema, pues el problema escatológico (El fin o destino eterno) es uno de los asuntos en los que los protestantes tienen mayores diferencias.
Podemos decir, sin embargo, que en sentido general los protestantes no creen en el purgatorio, principalmente porque no esta en la Biblia y no hay referencias de la misma en la Biblia, según entienden. (“Sola scriptura”)
En sentido general entienden que una vez el cristiano muere, queda inerte esperando la resurrección de los muertos, y en ese momento pasan a la gloria.
Creen, en sentido general, que una persona, luego de haber aceptado a Jesús como su señor y salvador (Y haberlo dicho “con su boca”) es salvo y por lo tanto no importan los pecados posteriores, pues ya se es salvo y esa salvación no puede perderse.
LA POSICION CATÓLICA.
La posición escatológica católica y con respecto al purgatorio es muy diferente.
Los católicos creemos, basados en las escrituras (Como veremos), la tradición y el Magisterio de la iglesia, que luego de la muerte viene el juicio particular (inmediato) en el que se juzga si una persona ira al cielo o al infierno. Si la persona va al cielo, es muy probable que antes de entrar al cielo deba pasar por un proceso de purgación de sus pecados veniales (pequeños pecados con los que habríamos muerto), pues con pecado mortal no se puede entrar al cielo. Una vez concluido este proceso de purga entonces se entra al cielo.
Los católicos creemos que al cielo no puede entrar nada impuro, y por eso es que es necesario el purgatorio. No todos van al purgatorio. Si una persona muere en total santidad va al cielo directamente.
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”
Apocalipsis 21.27
El purgatorio es similar al infierno, pero es temporal y quien esta en el purgatorio tiene la certeza de ir al cielo. Con frecuencia la palabra hace referencia al “fuego” del purgatorio, como un fuego PURIFICADOR…
“la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará”
1 Corintios 3.13
La concepción católica del PROCESO de purificación, para sorpresa de muchos, SI ES BIBLICA.
“a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos”
Hebreos 12.23
Cuando la palabra dice “ESPIRITUS DE LOS JUSTOS HECHOS PERFECTOS” ¿A Qué creemos que se refiere la palabra? Se refiere al PROCESO de purificación del que hablábamos hasta ahora: DEL PURGATORIO.
Jesús mismo, en una de sus parábolas, nos da a entender la realidad del purgatorio:
“"Si alguien te acusa de haberle hecho algo malo, arregla el problema con esa persona antes de que te entregue al juez. Si no, el juez le ordenará a un policía que te lleve a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí sin haber pagado hasta el último centavo de lo que debas”
Mateo 5.25-26
¿A que se refiere Jesús? ¿De donde es que no saldríamos hasta pagar el “ultimo centavo”?
Hay otra cosa a considerar. Después del pecado de Adán el cielo se cerró para la humanidad. Es con la venida de Jesucristo y con su redención que el cielo se abre de nuevo.
“Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre”
Juan 3.13
Sabemos y aceptamos que quien va al infierno no puede ser redimido. En la parábola de Lázaro podemos verlo evidentemente explicado:
“Además, a ustedes y a nosotros nos separa un gran abismo, y nadie puede pasar de un lado a otro”
Lucas 16.26
También es la parábola de Lázaro (Lucas 16.19-31) donde podemos ver otra cosa muy interesante. ¿Dónde estaban Abraham y Lázaro si habiendo muerto no estaban en el cielo? Y no estaban en el cielo pues ya vimos que en Juan 3.13 Jesús dice que NADIE ha subido al cielo fuera de el. No estaban tampoco en el infierno pues vemos que Jesús también dice en la parábola de Lázaro que NADIE PUEDA PASAR DE UN LADO A OTRO. Tenían que estar NECESARIAMENTE en un TERCER LUGAR. ¿Cuál lugar es este? ¿Si hubo un tercer lugar para Moisés, Abraham, Jacob, Elías, David y todos estos hombres santos, porque no es posible admitir este tercer lugar llamado Purgatorio?
Las referencias a la purificación por “el fuego” del purgatorio son cuantiosas en la Biblia. ¿A que fuego se refiere la escritura? Definitivamente que no al fuego del infierno, pues de ese no hay redención o salida.
“Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo les responderé. Yo diré: "Ellos son mi pueblo", y ellos dirán: "El Señor es nuestro Dios."
Zacarías 13.9
“Pero ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse en pie cuando él aparezca? Porque será como fuego de fundidor o lejía de lavandero. Se sentará como fundidor y purificador de plata; purificará a los levitas y los refinará como se refinan el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas conforme a la justicia”
Malaquías 3.2-3
Otro pasaje interesante es Mateo 12.32:
“A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero”
¿Qué quiere decir esto? ¿Entonces Jesús dice que el mundo venidero HAY PERDÓN DE PECADOS? Lo dice claramente. No se le perdonara este pecado ni en este mundo ni en el venidero. Esta claro que otros pecados SI SON PERDONADOS EN EL VENIDERO. ¿Pero donde?!
“¡Mira! Te he refinado pero no como a la plata; te he probado en el horno de la aflicción. Y lo he hecho por mí, por mí mismo. ¿Cómo puedo permitir que se me profane? ¡No cederé mi gloria a ningún otro!
Isaías 48.10-11
Es por esto que los católicos creemos que luego de la muerte, existe el purgatorio, como oportunidad para “lavar nuestras vestiduras”, antes de “participar en la boda”, antes de “participar del árbol de la vida” y “entrar por las puertas” de la ciudad eterna.
¡Felices los que lavan sus vestiduras para tener derecho a participar del árbol de la vida y a entrar por las puertas de la Ciudad!
Apocalipsis 22.14
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