jueves, 9 de julio de 2009

EL PECADO IMPERDONABLE.


EL PECADO IMPERDONABLE.

Vale la pena explicar primero, para aquellos que no están completamente edificados. ¿Qué es el pecado imperdonable?

Generalmente cuando se habla del “pecado imperdonable” se hace referencia a las lecturas siguientes:

“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”

Mateo 12.31-32

“pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno”

Marcos 3.29


LA POSICION PROTESTANTE CLÁSICA.

La verdad es que en este punto es difícil definir cual es la posición clásica protestante. Algunos conciben “el pecado imperdonable” de forma parecida a los católicos mientras otros dan todo tipo de interpretaciones pintorescas a este pasaje.

Los que no comparten la posición católica generalmente entienden una de dos posiciones básicas. O que cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, mediante palabras –y hasta pensamientos- es reo de condenación eterna.

Esta posición es particularmente difícil porque a muchos ha pasado que la mente les juega una mala pasada y solo de oír esta predica un pensamiento blasfemo les asalta la mente. Esta situación les deja en constante preocupación y les quita la paz.

La segunda posición es la que explica que el pecado imperdonable fue el que cometieron fariseos y escribas que atribuyeron al demonio las obras que Jesucristo hacia, es decir, le atribuyeron las obras del Espíritu Santo al demonio.

“Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios”

Marcos 3.22

“Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios”

Lucas 11.15

LA POSICION CATOLICA.

El pecado imperdonable, según la enseñanza de la iglesia católica, es aquel del que no hay arrepentimiento. La “blasfemia contra el Espíritu Santo” es rechazar el sacrificio supremo de Jesucristo en la cruz para la redención de nuestros pecados.

“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”

Romanos 1.28

Es evidente y claro, que quien no reconoce su falta y su pecado no puede recibir el perdón del mismo. Es por eso que ese pecado es imperdonable, no por la naturaleza del pecado mismo, sino por la negación deliberada del pecador de admitir su culpa.

Para Dios no hay pecado que en maldad le iguale en misericordia.

“Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar”

Isaías 55.6-7

“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”

Hebreos 10.26-27

“A diferencia de otras blasfemias que pueden ser parcialmente excusadas por la ignorancia, la pasión o la negligencia, este pecado es cometido con deliberada malicia e ignorancia a la luz” y es por eso que se hace imperdonable. (A Catholic Commentary on Holy Scriptures)

El Catecismo de la iglesia católica dice “No hay limites para la misericordia de Dios, pero cualquiera que deliberadamente se rehúsa a aceptar su misericordia arrepintiéndose, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Esta dureza de Corazón puede llevar a la impenitencia final y perdición eterna” (Catecismo de la IC 1864)

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”
Juan 6.37

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