POSICION CLÁSICA PROTESTANTE.
La posición clásica protestante con respecto a las doctrinas marianas es muy acida. A veces, al escuchar a algunos pastores parecería que no se están refiriendo a la mujer que dio a luz a Jesucristo, el hijo de Dios, la Palabra encarnada…
Con respecto a las doctrinas referidas, la posición es básicamente que María no fue inmaculadamente concebida, no fue asunta al cielo, sino que fue enterrada como una persona común y que tuvo mas hijos luego de Jesús.
Lo referente a los hijos de María ya fue tratado en el tema doctrinal #4. Ahora hablaremos de inmaculada concepción y Asunción.
POSICION CATÓLICA.
La posición católica es que María fue inmaculadamente concebida (Fue concebida sin pecado original) y luego de terminada su vida terrenal asunta al cielo.
El tema de la inmaculada concepción es uno de los temas más difíciles. Esto principalmente porque hay que entender unos conceptos fundamentales que generalmente solo son del dominio de los teólogos.
La inmaculada concepción no se refiere a la concepción de Jesús, esa es la concepción virginal. Tampoco se refiere a que María fuera concebida por el poder del Espíritu Santo, como Jesús.
La inmaculada concepción significa que María FUE CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL.
El pecado original es la privación de la gracia santificante por el pecado original de los primeros padres, Adán y Eva. María fue concebida de forma normal pero preservada del pecado original POR LA GRACIA DE DIOS. No por merito propio de ella, sino por la función que Dios había elegido para ella. Por y para la gloria de Dios.
Como consecuencia de esto, María es plena en gracia santificante desde su nacimiento. Decir que María esta llena de la gracia de Dios, es decir, por vía de consecuencia, que esta libre de pecado.
Esto podemos verlo en el saludo que el ángel da a María:
Lo vemos en el saludo:
“Salve, LLENA DE GRACIA, ¡el señor esta contigo!”
Los protestantes entienden muy bien esto y es por esa razón que las biblias protestantes dicen “muy favorecida” en vez de llena de gracia. Aun cuando algunas muestran en sus notas al pie que la traducción LITERAL ES LLENA DE GRACIA.
La principal objeción protestante a este punto es que Romanos 3.23 establece “que todos pecaron” además de que María misma dice “mi espíritu se alegra en Dios mi salvador” (Lucas 1.47) y solo el pecador necesita salvador. María, como todos los descendientes de Adán, necesitó un salvador, pero, por gracia de Dios, fue preservada del pecado original y sus consecuencias al momento de su concepción. Fue redimida por la gracia de Cristo en una forma muy especial, por anticipado.
Una analogía utilizada por cientos de años es la del hombre que cae al hoyo y es rescatado del mismo, mientras a la mujer que va a caer, pero al momento de caer de le sujeta y se previene la caída. Ambos han sido salvados, pero a la mujer también se le libro del lodo en el fondo del hoyo.
“Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción", le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (Catecismo de la Iglesia Católica Art. 492)
Además, Romanos 3.23 se defiere al pecado actual, no al original, pues como sabemos los niños no pecan, pues para pecar hace falta conocimiento de causa (Romanos 9.11)
Algunos dicen que una María sin pecado seria igual a Dios, pero este es un sofisma. Pues Dios creo a Adán y a Eva y a los Ángeles del cielo sin pecado y sin embargo no eran ni son iguales a Dios. También se argumenta que la doctrina de la inmaculada concepción fue “inventada” por el Papa Pío IX. Eso es no conocer como funcionan los dogmas en la iglesia y no conocer la historia. Las doctrinas se definen cuando surge controversia en torno a las mismas que requieran aclaración o cuando el magisterio de la iglesia entiende beneficioso para los fieles hacer un especial énfasis en una creencia YA EXISTENTE. En el caso de la inmaculada concepción no se define por controversia en torno a la misma, sino por el deseo generalizado de que tal doctrina fuera definida.
LA ASUNCION.
Es bueno aclarar que la Asunción al cielo de la santísima virgen María no es lo mismo que la ASCENCION al cielo de Jesucristo. Jesús asciende al cielo por su propio poder, gloria y merito. María es ASUNTA por consideración especial de Dios.
Tampoco es la Asunción de María algo nunca antes visto, en la historia del pueblo de Dios.
La doctrina de la Asunción al cielo de María plantea que al final de la vida terrenal de María, ella fue asunta al cielo en cuerpo y alma. Se trata de un caso como los vistos con Enoch y Elías.
¿Cómo se explica que habiéndose guardado los lugares de las tumbas de Pedro y Pablo no se haya guardado la tumba de María? ¿Cómo se explica que aun cuando entre los primeros cristianos estas reliquias eran celosamente guardadas nadie habla de la tumba de María? No se hablaba de la tumba de María porque era conocimiento común en esa época que la tumba de María no existía.
La iglesia no enseña nada que la Biblia contradiga. De la Asunción y coronación en el cielo de María solo tenemos palabras que nos confirman, y aunque ninguna palabra nos hable de estas doctrinas de forma explicita, muchas lo hacen de forma implícita. “Quien tenga oídos para oír que oiga” (Lucas 14.35)
“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.”
Apocalipsis 12.1
“Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono”
Apocalipsis 12.5
“Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón”
Génesis 3.15
“Cuando el dragón se vio arrojado a la tierra, PERSIGUIÓ A LA MUJER QUE HABÍA DADO A LUZ AL VARÓN. Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, al lugar donde sería sustentada durante un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente. La serpiente, persiguiendo a la mujer, arrojó por sus fauces agua como un río, para que la corriente la arrastrara. Pero la tierra ayudó a la mujer: abrió la boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por sus fauces. Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y SE FUE A HACER GUERRA CONTRA EL RESTO DE SU SIMIENTE, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesús”
Apocalipsis 12.13-17
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