La confirmación

La confirmación

La confirmación es el sacramento en el que los bautizados reciben el Espíritu Santo para hacerlos fuertes y perfectos cristianos, soldados de Cristo.

Se le ha llamado el sacramento del “sello” (signaculum, sigillum, sphragis)., “sacramento del Espíritu Santo”. También se conoce el rito como la imposición de manos (epithesis cheiron) o la unción del crisma (unctio, chrismatio, chrisma, myron) (Por el aceite utilizado) etc.

El rito
En la iglesia occidental es generalmente administrado por el obispo. Al comienzo de la ceremonia hay una imposición de manos general, el obispo pide que el Espíritu Santo venga a estos que ya han sido regenerados (Bautizados)
En la iglesia oriental se omite la imposición de manos y la oración al inicio.

El Ministro
Solo el obispo es el ordinario de la confirmación. Esto fue declarado de forma expresa en el concilio de Trento (Sess. VII, De Conf., C. iii). Un obispo confirma lícitamente aun a aquellos que no son súbditos; pero para confirmar lícitamente en otra diócesis debe tener el permiso del obispo de esa diócesis. Sacerdotes regulares pueden ser de forma extraordinaria ministros del sacramento, bajo ciertas condiciones. Sin embargo puede utilizar las vestimentas pontificas y esta obligado a usar el crisma bendecido por un obispo católico.

En la iglesia griega, la confirmación la dan sacerdotes comunes sin delegación especial, y es aceptada por la iglesia oriental como valida. Sin embargo, deben usar crisma bendecido por un patriarca.

Materia y forma.
Ha habido mucha discusión sobre cual es la materia esencial de este sacramento. Unos alegan que es la imposición de manos, otros, que es la unción con el crisma. Otros opinan que es valida con uno solo de estos elementos. Finalmente, la opinión generalmente aceptada es que los dos elementos, conjuntamente, son la materia.

Receptor.
La confirmación solo puede ser conferida a aquellos que ya han sido bautizados y aun no han sido confirmados.

Efectos.

La confirmación confiere:
Un aumento en la gracia santificante.
Un sacramento especial consistente en siete dones del Espíritu Santo y especialmente la fuerza y el coraje para confesar el nombre de Cristo.

Un carácter indeleble por lo cual no se puede recibir la confirmación mas de una vez.
Necesidad

Con respecto a la obligación de recibir el sacramento, se admite que la confirmación no es necesaria como una forma indispensable para la salvación.
Sin embargo, su recepción es obligatoria para todos los que entienden y cumplen los mandamientos de Dios y de la Iglesia. Esto es especialmente cierto de aquellos que sufren persecución por la fe o son sometidos a tentaciones contra la fe o están en peligro de muerte.

Padrinos

La iglesia prescribe, bajo pena de pecado grave que un padrino, debe presentarse por la persona confirmada. El padrino debe tener por lo menos 14 años de edad, del mismo sexo que el candidato, debe haber recibido el sacramento y estar bien instruido en la fe católica. No pueden ser los padres del candidato, los miembros de una orden religiosa (A menos que el candidato sea religioso), pecadores públicos y quienes tienen interdictos o están excomulgados. Salvo el caso de necesidad el padrino de bautismo no puede ser el mismo de confirmación.

Confirmación en la Biblia.

En hechos de los apóstoles (8.14-17) vemos que luego de que los Samaritanos se convierten, se les envía a Pedro y a Juan, quienes “oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo, porque no lo habían recibido aun, pues solo estaban bautizados, les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo”

También en Hechos 19.1-6 vemos una instancia de sacramento.

El rito, sin duda, ha tenido algunos cambios con el transcurrir del tiempo, sin embargo, los elementos esenciales podemos verlos desde los tiempos de los primeros cristianos.
Los padres de la iglesia también se refirieron a este sacramento de forma extensa.

Fuente: Enciclopedia católica.