La eucaristía.

Una de las doctrinas sobre la que se fundamenta la fe cristiana católica es la eucaristía.

Los católicos creemos que Jesús esta presente en la eucaristía. Que esta realmente allí, no de forma simbólica.

Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él”
(Jn 6.53-56)

San Pablo dijo: “quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor” (Corintios 11.27) ¿Por qué iba alguien a ser reo del cuerpo y la sangre del señor si es solo algo simbólico?

Jesús dijo también: “"Tomen y coman, esto es mi Cuerpo…Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados” (Mt. 26.26)

“Tomen, esto es mi Cuerpo, Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos” (Mc. 14.22)

“Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lc. 22. 19)

También San Pablo en su epístola a los Corintios (1 Cor. 11.22) da testimonio de esto. A pesar de que el arameo tiene docenas de palabras para “representar” ninguno de los tres evangelistas que recogen este pasaje utiliza esa palabra. Todos dan testimonio de que Jesús dijo: “Este es mi cuerpo” y “Esta es mi sangre”.

Jesús fue claro. Quien no come su carne y bebe su sangre no tiene vida en el. (Jn 6.53) Los cuatro evangelios dan testimonio de esto. Esa es nuestra fe y por eso creemos en la verdadera presencia de Jesucristo en la eucaristía.