jueves, 9 de julio de 2009

No llamen a nadie “Padre”


La posicion protestante clasica

La posición protestante clásica es que basados en el pasaje de Mateo 23.9 “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos” no se debe llamar “Padre” a nadie en la tierra y por eso el llamar “Padres” a los sacerdotes contraviene esta prescripción.

LA POSICION CATÓLICA.

Para ser justos, el pasaje es un poco mas largo “Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo” (Mateo 23.10)

Lo primero, es que difícilmente podamos decir que los protestantes no llaman “Padres” o “Maestros” a nadie en la tierra. El análisis mas básico nos indicara que por lo menos a nuestros padres naturales y a nuestros maestros los llamaremos así. El no llamar “Padre” o “Maestro” a nadie en la tierra disminuiría incluso la carga significante de la palabra aplicada a Dios, pues la palabra no tendría una posible analogía humana.
De hecho, bíblicamente se usa el termino “Padre” aplicado a los hombres con cierta regularidad. José dice “Dios me ha puesto por Padre de Faraón” (Génesis 45.8), Job dice que el fue un Padre para los menos afortunados (Job 29.16), Dios nombra a Eliaquim “Padre” (Isaías 22.20-21) y esto no es solo en el ámbito moral, también en el espiritual. Eliseo llama a Elías: “¡Padre, Padre!” cuando este es llevado y es luego llamado el mismo “Padre” luego por el rey (2 Reyes 6.21)

Algunos protestantes dicen que esto era valido en el antiguo testamento pero que no lo fue luego de la venida de Jesús, pero esto es también inexacto.

No se excluye en el nuevo testamento llamar Padre a nuestros padres biológicos, ni a nuestros ancestros. En Hechos 7.2 Esteban llama “Padre” a Abraham, en Romanos 9.10 San Pablo llama a Isaac “nuestro Padre”.

Cuando Jesús hablo no se hablaba de forma literal y de ello hay muchas pruebas. “Vayan y hagan discípulos de las naciones” (Mateo 28.19-20) San Pablo habla de su ministerio y dice “Por eso fui constituido predicador y apóstol…maestro de los gentiles en fe y en verdad” (1 Timoteo 2.7, 2 Timoteo 1.11)

La posición de maestros es creada por Dios:

“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros”
1 Corintios 12.28

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”
Efesios 4.11

Muchos olvidamos, en el curso de la radicalizacion, que NADIE cumple con esto, pues todos llamamos a muchas personas “Doctor” y “Doctora”, que es simplemente la palabra Latina para Maestro y “Señor” y “Señora” que no son mas que formas de “Maestro” en los tiempos modernos.

Jesús llamaba la atención a los fariseos y a los lideres judios que amaban los titulos y las consideraciones (Mateo 23.6-7) Daba una respuesta a los orgullosos. Y ponia en evidencia que estos habían tomado el puesto de Dios al querer dejar de lado que Dios es la fuente de toda autoridad.

Jesús no critica el llamar Padres a aquellos que lo son (Espiritual o materialmente) sino a los que se hacen llamar así sin merecerlo. El asunto esta en no mirar a los lideres como seres cuasi-divinos y refugiarse en ellos, pues eso es darle el lugar de Dios a los hombres.

San Pablo le habla a Timoteo como a su hijo: “Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor” (1 Corintios 4.17, 1 Timoteo 1.2, 1 Timoteo 1.18, 2 Timoteo 2.1) También se llama “Padre”: “Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio” (Filipenses 2.22)

“Podrán tener diez mil maestros que los instruyan acerca de Cristo, pero padres no tienen muchos. El único padre que tienen soy yo, pues cuando les anuncié la buena noticia de Jesucristo, ustedes llegaron a ser mis hijos” (1 Corintios 4.15)

Era común entre los primeros cristianos que quienes predicaban el evangelio, quienes anunciaban la buena nueva, era considerados “Padres” de las comunidades que formaban. Eran ellos los que debían dar a esas comunidades el evangelio, las enseñanzas, la doctrina, los sacramentos, etc. Lo mismo que hacen hoy en día los sacerdotes…

“Ya estoy listo para ir a visitarlos por tercera vez, pero tampoco ahora les pediré que me ayuden con dinero. Me interesan ustedes, no su dinero. Al fin de cuentas, no son los hijos los que deben juntar dinero para los padres, sino los padres los que deben juntar dinero para los hijos. Y ustedes son mis hijos.”
(2 Cor. 12:14)

Los católicos al llamar “Padres” a los sacerdotes, reconocemos un gran don de Dios, la paternidad espiritual que el sacerdocio implica. Al pertenecer a una comunidad o parroquia, estamos al cuidado espiritual de nuestros pastores y es por eso, como señal de afecto, cariño, respeto y en consideración a la tradición y a la palabra, que llamamos “Padres” a los sacerdotes.

1 comentario:

  1. excelente no cabe duda que es la formación precisamente la que nos llevara a superar estos problemas gracias

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