DOCTRINA – ORACIONES REPETITIVAS
POSICION PROTESTANTE CLASICA
La posición clásica protestante es que no se deben decir oraciones “repetitivas” pues Jesús lo condeno:
“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”
(Mateo 6.7)
Es por esto que los protestantes objetan las oraciones como el Padre Nuestro o el Ave María, pues por lo general, los católicos las repiten.
LA POSICION CATOLICA
Resulta interesante que los protestantes citen a Mateo 6.7, pasaje en el cual Jesús condena LAS VANAS REPETICIONES y no se molesten en continuar leyendo el texto, pues solo unos versículos más adelante Jesús les dice:
“Vosotros, pues, oraréis así:” (Mateo 6.9) Y les enseña el Padre Nuestro. Es decir, ¿condena Jesús las oraciones repetitivas o solo las repeticiones VANAS? No tendría sentido que condene las oraciones repetitivas y luego les diga: “Ustedes oren así”
Lo que molesta a Jesús es la repetición vana, mecánica, no meditada, sin pensar en lo que se dice y sobre todo, SIN EL CORAZON, como en el caso de los escribas y los fariseos, que además COBRABAN por estas oraciones:
“!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación!” (Mateo 23.14)
En la Biblia encontramos numerosos casos de oraciones repetitivas, pero que son oraciones del corazón:
¿Cuántas veces repite el salmo 136 las alabanzas a Dios?
¿Y que de Apocalipsis 4.8?
“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”
San Pablo nos invita a orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5.17)
El mismo Jesucristo, en el evangelio de Lucas nos da un ejemplo inmejorable con la parábola del fariseo y el publicano. Mientras el fariseo oraba de forma que un protestante no objetaría, el publicano se limitaba a repetir "¡Dios, ten compasión de mí y perdóname por todo lo malo que he hecho!" (Lucas 18.9-14) ¿Alguien recuerda quien bajo del templo justificado y quien no?
Por ultimo, hay pocas oraciones tan bíblicas como el Padre Nuestro y el Ave María. El Padre Nuestro nos fue entregado por Jesús mismo y el Ave María esta compuesto de pasajes bíblicos casi en su totalidad.
Por eso es que los católicos creemos en “las oraciones repetitivas” siempre y cuando se digan del corazón, meditándolas, sintiéndolas, entendiéndolas y agradeciéndole a Dios por el exquisito regalo que en ellas nos ha hecho.
Es por esto que los protestantes objetan las oraciones como el Padre Nuestro o el Ave María, pues por lo general, los católicos las repiten.
LA POSICION CATOLICA
Resulta interesante que los protestantes citen a Mateo 6.7, pasaje en el cual Jesús condena LAS VANAS REPETICIONES y no se molesten en continuar leyendo el texto, pues solo unos versículos más adelante Jesús les dice:
“Vosotros, pues, oraréis así:” (Mateo 6.9) Y les enseña el Padre Nuestro. Es decir, ¿condena Jesús las oraciones repetitivas o solo las repeticiones VANAS? No tendría sentido que condene las oraciones repetitivas y luego les diga: “Ustedes oren así”
Lo que molesta a Jesús es la repetición vana, mecánica, no meditada, sin pensar en lo que se dice y sobre todo, SIN EL CORAZON, como en el caso de los escribas y los fariseos, que además COBRABAN por estas oraciones:
“!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación!” (Mateo 23.14)
En la Biblia encontramos numerosos casos de oraciones repetitivas, pero que son oraciones del corazón:
¿Cuántas veces repite el salmo 136 las alabanzas a Dios?
¿Y que de Apocalipsis 4.8?
“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”
San Pablo nos invita a orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5.17)
El mismo Jesucristo, en el evangelio de Lucas nos da un ejemplo inmejorable con la parábola del fariseo y el publicano. Mientras el fariseo oraba de forma que un protestante no objetaría, el publicano se limitaba a repetir "¡Dios, ten compasión de mí y perdóname por todo lo malo que he hecho!" (Lucas 18.9-14) ¿Alguien recuerda quien bajo del templo justificado y quien no?
Por ultimo, hay pocas oraciones tan bíblicas como el Padre Nuestro y el Ave María. El Padre Nuestro nos fue entregado por Jesús mismo y el Ave María esta compuesto de pasajes bíblicos casi en su totalidad.
Por eso es que los católicos creemos en “las oraciones repetitivas” siempre y cuando se digan del corazón, meditándolas, sintiéndolas, entendiéndolas y agradeciéndole a Dios por el exquisito regalo que en ellas nos ha hecho.
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